martes, 10 de junio de 2008

Budismo Chino ( Ch´an )


Se origina en la India. La leyenda dice que durante una asamblea en el Pico del Buitre, el Buddha levantó una flor y la sostuvo frente a la asamblea sin decir ni una sola palabra. Los millones de seres celestiales y humanos que estaban reunidos en ella no comprendieron lo que el Buddha quiso decir, exceptuando a Mahakasyapa, quien sonrió. Entonces, el Ch’an fue transmitido sin utilizar ninguna palabra o lenguaje escrito, fue transmitido directamente de mente a mente.
Más tarde, el Ch’an fue introducido en China por medio de Bodidharma quien viajo desde la India. Durante la época del sexto Patriarca Hui Neng. El Ch’an floreció y se desarrolló en cinco escuelas, las cuales llegaron a ser la corriente principal del Budismo chino.

El Ch’an es una tradición budista que se originó en China, la cual luego fue transmitida a Japón, donde llegó a ser conocida como Zen, el nombre con el cual estamos mas familiarizados los occidentales. La meta de ambas, el Ch’an y el Zen, es la comprensión de nuestra verdadera naturaleza y la manifestación de ésta en nuestros pensamientos, palabras y acciones cotidianos.

¿Qué es nuestra verdadera naturaleza? No es nada menos que despertar y comprender que somos Buddhas por naturaleza, la personificación de la sabiduría y la gran compasión.
El Maestro fundador de nuestra orden, el Venerable Maestro Hsing Yun, Maestro y cuadragésimo octavo Patriarca del linaje Lin-Chi de Ch’an (la escuela japonesa Rinzai), dice acerca de éste: “Ch’an es la forma abreviada de la transliteración china del término sánscrito dhyana; el cual significa contemplación tranquila. Pero describir el Ch’an no es una tarea fácil, porque el Ch’an no es algo que pueda ser expresado con palabras, tanto escritas como dichas. El lenguaje que utilizamos actualmente no puede relacionarnos con el verdadero espíritu del Ch’an, el cual está más allá de las palabras. Sin embargo, el Ch’an no puede ser dejado sin expresar.
Ch’an es vida. Al ser la vida complementada con el sabor del Ch’an, el significado de ésta podrá ser comprendido más claramente. Como dijo un poeta:
‘La luna fuera de la ventana siempre es la misma, pero luce más brillante cuando florecen los ciruelos’.
Viviendo en nuestra bulliciosa, intensa, turbulenta y caótica sociedad contemporánea, necesitamos encontrar algo que pueda tranquilizar nuestra impetuosa mente. Indudablemente, el Ch’an es tal fuerza; éste puede liberarnos de la ansiedad y de la preocupación, además de ejercer un efecto calmante en nuestras mentes y almas. El Ch’an refleja la sabiduría, el humor y la compasión. Puede prevenir la formación de pensamientos ilusorios e irritantes. Guiado por la soltura, humor, profundidad y la naturaleza liberadora del Ch’an, uno no será fastidiado por palabras poco amables, comportamientos embarazosos o recuerdos dolorosos del pasado. Éstos simplemente se desvanecerán como la bruma y el humo.

El Ch’an eleva la vida al nivel del arte. Éste manifiesta la perfección de la vida revelando la naturaleza original que yace en todo fenómeno. El (Ch’an) pertenece a cada familia y a cada ser humano. Todos necesitamos de su sabiduría, espontaneidad, libertad y ética en nuestra vida cotidiana.”

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